Como siempre, los textos de Esteban invitan a la reflexión…
“La infancia es siempre un tiempo de tránsito y, como tal, dura poco; etapa de crecimiento, de desarrollo, de estructuración, de formación en muy diversos aspectos, la consideraremos aquí en particular como la temporalidad en la que el sujeto ejerce la imaginación creadora de lo infantil. Sabemos que, en un primer momento, en la primera infancia, este universo de representaciones depende de los Otros primordiales, que colocan en escena su propio mundo infantil, para que el niño, en otro tiempo –segundo con respecto al primero- pueda crear su propio universo” (Levín, 2007:40).
En este sentido,
“(…) no podemos dejar de pensar que un adulto no puede vivir sin haber sido un niño. La infancia, sin duda, termina, finaliza sin retorno, pero lo infantil que allí se instituye perdura en el tiempo. Los adultos, más preocupados por el final que por el principio, en vez de recuperar lo infantil con ahínco, tienden a olvidarlo” (Ibid.:12).
Levín, E. (2007) ¿Hacia una infancia virtual? La imagen corporal sin cuerpo. Buenos Aires: Nueva Visión